Casas Houzz: El lúdico hogar ideado por dos hermanos mellizos de 8 años
El diseño de esta vivienda en Melbourne no iba por buen camino hasta que los hijos pequeños de los propietarios tomaron las riendas.
A veces la inspiración llega cuando uno menos se lo espera… O, como en este caso, de quien menos te lo esperas. El arquitecto Andrew Maynard llevaba una tarde entera reunido con los propietarios de esta prometedora vivienda, tratando de dar forma al proyecto de renovación y ampliación de lo que iba a convertirse en el futuro hogar de sus sueños. Tras horas divagando y compartiendo ideas en vano, no lograban dar con esa chispa que buscaban. “Nos sentíamos como en una cueva, en la más profunda oscuridad y sin salida”, recuerda Andrew sobre esta primera reunión. De repente, con un “¡ya está!” los hijos mellizos de la pareja, de 8 años de edad, les enseñaron los esbozos con los que habían estado entretenidos mientras los adultos andaban enfrascados en sus asuntos. En sus dibujos no había ni coches de bomberos, ni naves espaciales, ni dinosaurios. Por sorprendente que parezca, habían logrado dar con el concepto que serviría de punto de partida para diseñar la innovadora vivienda de la que ahora disfrutan.
De un vistazo
Quién vive aquí: Una pareja y sus dos hijos mellizos.
Situación: Alphington, un barrio residencial al noreste de Melbourne, Australia.
Superficie: 225 metros cuadrados (el terreno tiene 500); 3 habitaciones, 2 baños.
Arquitecto: Andrew Maynard Architects
Fotos: Peter Bennetts
De un vistazo
Quién vive aquí: Una pareja y sus dos hijos mellizos.
Situación: Alphington, un barrio residencial al noreste de Melbourne, Australia.
Superficie: 225 metros cuadrados (el terreno tiene 500); 3 habitaciones, 2 baños.
Arquitecto: Andrew Maynard Architects
Fotos: Peter Bennetts
En todo proceso de desarrollo de una vivienda hay un momento clave: una mente que se ilumina, una bombilla que se enciende… En este caso, llegó de una forma peculiar. Mientras el arquitecto y los propietarios de esta casa se encontraban absortos en un interminable intercambio de ideas que no estaba dando ningún fruto, los hijos mellizos de la pareja de tan solo 8 años se habían dedicado a dibujar el plano de su nuevo hogar. Una estructura a modo de torre a dos aguas con sus ventanas, puertas y habitaciones, todo ello bañado por los radiantes rayos del sol. Así de fácil, como lo es todo desde la perspectiva de un niño. Estos sencillos bocetos condensaban una serie de ideas que se habían discutido aquella tarde. “Los chicos habían logrado dale un fuerte empujón a la barca y por fin logramos zarpar”, explica Andrew.
Al adentrarnos en su original torre, descubrimos los dominios lúdicos de los que disfrutan esta pareja de aventureros. La red es accesible desde la planta baja mediante unos escalones y permite a los ávidos escaladores estar al tanto de lo que se cuece en la calle y el jardín trasero. Asimismo, constituye un cómodo y ameno rincón en el que leer o dibujar. La red está fijada de forma segura a las paredes y es lo suficientemente fuerte como para soportar su energía y la de unos cuantos amigos suyos. Esta llamativa torre conecta con la vivienda a través de un corto pasillo acristalado.
El proyecto se materializó finalmente en la renovación de la casa ya existente más la construcción de una serie de edificios adicionales con pronunciados tejados, los cuales encajan entre ellos como si de una construcción gigante de Lego se tratara. La más alta de estas estructuras, la torre, alberga el espacio destinado a estos hermanos: su taller, estudio y sala de juegos. En esta imagen se les ve a través de una de sus ventanas.
La planta baja dispone de escritorios para ambos mientras que por encima tienen esta lúdica red, que es el sueño de todo niño. “Este espacio refuerza la idea de verticalidad, un recurso que está presente en todo el proyecto y que se ve reflejado también en su interior, por ejemplo en las baldas que recorren todo un lateral desde el suelo hasta el techo”, cuenta Andrew.
Red, Oxley Nets. Escalones, FRP (plástico reforzado con fibra de vidrio).
Red, Oxley Nets. Escalones, FRP (plástico reforzado con fibra de vidrio).
El revestimiento que cubre dos de los laterales exteriores de la fachada se compone de ripias de cedro rojo, que se han dejado sin tratar para que adquieran un desgaste natural. Van en combinación con otro revestimiento blanco acanalado, que encontramos principalmente en los laterales que conforman el tejado y otras paredes, definiendo de forma limpia y elegante las líneas de la construcción y aportando además la impermeabilización adecuada.
Revestimiento del tejado y paredes Longline 305, Lysaght.
Revestimiento del tejado y paredes Longline 305, Lysaght.
La vivienda está situada entre dos vías públicas. En la parte delantera, una frondosa calle de arquitectura de posguerra; en la trasera, como vemos en la imagen, una más tranquila en la que se respira una cierta atmósfera campestre. Los materiales que predominan en este humilde vecindario de extrarradio son los tablones de madera y el ladrillo, por lo que Andrew pensó que “crear una obra de arquitectura moderna no hubiera sido lo más adecuado”.
Arquitectura: Moderno o contemporáneo. ¿Cuál es la diferencia?
Arquitectura: Moderno o contemporáneo. ¿Cuál es la diferencia?
El arquitecto empezó a darle vueltas a cuál podría ser la mejor manera de diseñar un hogar que satisficiera las necesidades espaciales, funcionales y estéticas de la familia sin arruinar la zona y el paisaje urbano existente. Así, la propuesta de Andrew consistió finalmente en la construcción de una serie de pequeñas estructuras a dos aguas que repitieran la forma puntiaguda predominante en los bocetos de los niños, cada una de ellas con sutiles diferencias.
Él mismo denomina a la estética de este diseño “antimonolito” y explica: “Desde el exterior, la casa parece pequeña, ya que, en lugar de tratarse de una voluminosa construcción que llena todo el espacio, se encuentra fragmentada en varios edificios aparentemente separados. Desde el interior, en cambio, la casa se ve grande y espaciosa, desafiando la lógica”.
Él mismo denomina a la estética de este diseño “antimonolito” y explica: “Desde el exterior, la casa parece pequeña, ya que, en lugar de tratarse de una voluminosa construcción que llena todo el espacio, se encuentra fragmentada en varios edificios aparentemente separados. Desde el interior, en cambio, la casa se ve grande y espaciosa, desafiando la lógica”.
Esta vista desde la entrada trasera ilustra la idea que estuvo presente en este proyecto de principio a fin: una unión de estructuras, o edificios, que se diferencian entre sí por las diversas actividades que lleva a cabo la familia en cada uno de ellos. Un concepto que Andrew describe como una “vivienda-pueblo”. El resultado recuerda al típico conjunto de construcciones independientes que conforman una granja o una gran casa de campo.
“El proyecto evolucionó en algo más que la extensión de la vivienda. Se convirtió en un pequeño pueblo donde cada edificio realiza una función distinta, un conjunto armonizado mediante las formas de una torre y los tablones de madera presentes en los edificios de la zona”, explica Andrew, quien trabajó en colaboración con el arquitecto Mark Austin en este proyecto. Los edificios independientes difieren en tamaño y orientación, al tiempo que se logra una sensación de cohesión gracias a los materiales utilizados y a la forma en que se agrupan las estructuras en torno al jardín.
“El proyecto evolucionó en algo más que la extensión de la vivienda. Se convirtió en un pequeño pueblo donde cada edificio realiza una función distinta, un conjunto armonizado mediante las formas de una torre y los tablones de madera presentes en los edificios de la zona”, explica Andrew, quien trabajó en colaboración con el arquitecto Mark Austin en este proyecto. Los edificios independientes difieren en tamaño y orientación, al tiempo que se logra una sensación de cohesión gracias a los materiales utilizados y a la forma en que se agrupan las estructuras en torno al jardín.
Aquí podemos ver el boceto que hicieron los dos hermanos. Otro enfoque fundamental para este proyecto, derivado de la forma puntiaguda de las torres que diseñaron los niños y acentuado por la verticalidad del revestimiento acanalado, era alejarse de las formas horizontales de construcción, tan extendidas en este país. “Australia es ancha y llana. Como resultado, aquí las viviendas suelen ser asimismo anchas y llanas. Por el contrario, este proyecto explora la idea de un hogar un poco más vertical”, explica Andrew.
En esta imagen se aprecia la parte trasera del edificio original, desde la que el espacio lúdico de los niños se abre al jardín trasero mediante grandes puertas plegables. El gris metálico de los tablones pintados contrasta con el suelo de madera y el mobiliario de contrachapado de araucaria. La pared de tejas que queda a la izquierda corresponde a la torre de los mellizos.
Los dormitorios de los hermanos también se encuentran en el edificio original y están conectados física y visualmente con las nuevas estructuras. Estas habitaciones se han mantenido donde estaban a causa de la ubicación estratégica de las ventanas y la forma en la que encajaban con las distintas estructuras. La cocina, el comedor y el salón se encuentran en un edificio separado, aunque conectado a la vivienda original mediante un espacio de enlace. Como se aprecia en la imagen, la cocina se divisa desde uno de los dormitorios de los hermanos. Para los suelos se escogió madera de gomero manchado con acabado aceitado.
El cuarto de baño de los dos hermanos se caracteriza por la cantidad de luz natural que recibe y por ser completamente blanco, elegante y muy práctico. En cuanto a la calefacción, en toda la vivienda es hidrónica y en las extensiones nuevas se ha aprovechado para ponerlo radiante.
Este sistema de calefacción utiliza el agua como medio de transmisión. Esta se calienta o enfría, ya que también sirve para refrescar la vivienda en los meses de verano, mediante una caldera de gas y después se canaliza hacia los paneles emisores.
Baldosas mates y brillantes Ceramica Vogue, color Ghiaccio, Classic Ceramics. Lavabo Cube 500, Caroma. Grifería, Rogerseller.
Este sistema de calefacción utiliza el agua como medio de transmisión. Esta se calienta o enfría, ya que también sirve para refrescar la vivienda en los meses de verano, mediante una caldera de gas y después se canaliza hacia los paneles emisores.
Baldosas mates y brillantes Ceramica Vogue, color Ghiaccio, Classic Ceramics. Lavabo Cube 500, Caroma. Grifería, Rogerseller.
La cocina se encuentra en el epicentro de la casa y recibe una gran cantidad de luz que entra a través de las amplias puertas con marco de acero que dan a los jardines y el resto de estructuras de este “pueblo”. Para los suelos de la cocina y el salón se ha elegido hormigón pulido con árido a la vista.
La forma de una casita a dos aguas se ha terminado por convertir incluso en el motivo central decorativo de este hogar. En la cocina a nivel del suelo encontramos, por ejemplo, recortes en silueta en uno de los laterales de la isla de cocina que simulan guaridas de ratones.
Escalar parece ser una de las actividades preferidas de estos dos hermanos, por lo que para fomentar sus hazañas alpinistas se decidió incorporar unos huecos con este fin en los paneles de madera contrachapada de la cocina, utilizando por supuesto este motivo. Asimismo están presentes en los elementos de madera del porche de la entrada.
Combate el sedentarismo de tus hijos: Instala un gimnasio en casa
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La isla de cocina, que cuenta con una encimera integral, es un lugar de reunión. A menudo, cuando la familia recibe visitas de amigos o vecinos, preparan la comida o la cena en grupo. La encimera de la isla es de acero de color negro y encerado para un acabado más resistente. Los armarios de la cocina están fabricados con contrachapado de madera de araucaria.
El techo de la cocina y el comedor siguen el contorno de la estructura externa, trasladando así al interior el diseño a dos aguas y las líneas verticales que predominan en este proyecto, aportando además una gran sensación de amplitud a este espacio cerrado.
El dormitorio principal se encuentra en una de las edificaciones independientes, conectado a las zonas principales de la vivienda y a la biblioteca por un pasillo acristalado. Esta casa cuenta con rincones “para él” y “para ella”. Junto al dormitorio principal, ella dispone de una silenciosa biblioteca repleta de libros y en la que predomina la madera, como podemos apreciar en el primer plano de esta imagen. “Él tiene su propio espacio al aire libre en el tejado de encima de la cocina, cubierto por césped artificial ”, cuenta Andrew.
Un baño para dos: Claves para que no resulte agobiante
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El dormitorio principal, con cuarto de baño incluido, forma un ángulo que encierra parte del jardín. Para el suelo de la habitación se ha elegido también hormigón pulido con árido a la vista.
El diseño de este cuarto de baño es tan simple y contemporáneo como el de los hermanos, incluso cuenta con azulejos y accesorios similares. Para dividir la zona de la bañera de la del lavabo, se instaló un panel de vidrio templado con puerta de suelo a techo. Los enormes ventanales que dan al jardín permiten aprovechar al máximo la luz natural.
Bañera Stylus Newbury Island 1800, Caroma. Ducha de techo Pol Summer, Sussex. Baldosas mates y brillantes Ceramica Vogue, color Ghiaccio, Classic Ceramics.
Bañera Stylus Newbury Island 1800, Caroma. Ducha de techo Pol Summer, Sussex. Baldosas mates y brillantes Ceramica Vogue, color Ghiaccio, Classic Ceramics.
Andrew ha generado en toda la vivienda diversos tipos de atmósferas mediante el uso de distintos colores y materiales. “A diferencia del estudio y sala de juegos de los hijos, la biblioteca es un lugar de reflexión y meditación”, comenta. Esta plácida sala está forrada de madera de gomero manchado y su nivel se hunde ligeramente, de manera que “la mesa queda semienterrada en el jardín”, explica el arquitecto. Al fondo se aprecia el bonito trabajo artesano con formas orgánicas y colores cálidos que presenta la abertura posterior, diseñada por Leigh Schellekens de Hampton & Bayside Leadlight.
Andrew Maynard es de la opinión de que “cada vez estamos más obsesionados con la privacidad en nuestros hogares y nos olvidamos de interactuar con nuestros vecinos”. Un punto de vista que comparten los propietarios de esta vivienda, quienes buscaban un espacio en el que la comunidad, el arte y la naturaleza estuvieran unidos. Su deseo ha quedado también reflejado en la parte delantera de la casa, que han convertido en un huerto comunitario.
Las altas vallas que rodean el resto de la propiedad se pueden cerrar, aunque la familia suele dejarlas abiertas para que los vecinos puedan utilizar su jardín como atajo para ir de una calle a otra.
Casas Houzz es una sección en la que te mostramos viviendas de todo el mundo. Si quieres enviarnos tu proyecto puedes hacerlo a casashouzz@houzz.com
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