Cómo combinar colores en casa según 3 expertas
Tres expertas desgranan las claves para acertar con una buena combinación de colores en la decoración de casa.
Quizá tengas claro de qué color debe ser la pieza principal del comedor o el dormitorio, pero ¿sabes si quieres complementos coordinados o que contrasten? ¿En qué proporción prefieres que imperen tus tonalidades preferidas? ¿Te atreves con los esquemas contrastados que mezclan blancos y negros, rojos y verdes, azules y amarillos?, ¿o te decantas por las paletas moderadas? Tres expertas aportan ideas para crear las mejores combinaciones de color en todos los ambientes de la casa.
Expertos consultados:
Dafne Vijande, interiorista
Anna García, de Nook Architects
Victoria Pazmiño, diseñadora gráfica y editora de libros infantiles en Yekibud Yekinabud
Expertos consultados:
Dafne Vijande, interiorista
Anna García, de Nook Architects
Victoria Pazmiño, diseñadora gráfica y editora de libros infantiles en Yekibud Yekinabud
“Para hacer bien las combinaciones me gusta probar, experimentar, ver cuadros abstractos. Esteban Vicente y Carlos Arriaga, por ejemplo, me inspiran mucho”, dice la interiorista Dafne Vijande.
Anna García, del estudio de arquitectura Nook, aporta otras claves. “En el estudio preferimos el dominio de los colores neutros en paredes (blanco roto, gris claro), dando protagonismo a los pavimentos. Cuando el proyecto lo permite se pueden utilizar colores complementarios más vivos. Lo aconsejaría especialmente si el pavimento es neutro, por ejemplo de hormigón”.
Anna García, del estudio de arquitectura Nook, aporta otras claves. “En el estudio preferimos el dominio de los colores neutros en paredes (blanco roto, gris claro), dando protagonismo a los pavimentos. Cuando el proyecto lo permite se pueden utilizar colores complementarios más vivos. Lo aconsejaría especialmente si el pavimento es neutro, por ejemplo de hormigón”.
Buscar el contraste es arriesgado. Produce un efecto alegre y vital, como en este chalé en el Viso, donde vive la arquitecta Belén Moneo y su marido. Siempre es mejor no usar la misma cantidad de colores antagónicos (en la foto el verde y el rojo) para evitar espacios confusos ni recargados.
“Lo aplicaría en el comedor, la cocina o el recibidor; no en el dormitorio” comenta García. Además, opina que el toque de color vibrante “no es necesario que lo aporte solamente la pintura de pared o los textiles, también puede ofrecerlo el azulejo en pared y suelo”.
Descubre aquí el resto de imágenes de esta vivienda en el centro de Madrid
“Lo aplicaría en el comedor, la cocina o el recibidor; no en el dormitorio” comenta García. Además, opina que el toque de color vibrante “no es necesario que lo aporte solamente la pintura de pared o los textiles, también puede ofrecerlo el azulejo en pared y suelo”.
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Vijande sugiere buscar el efecto usando una pared “para marcar el espacio y crear volumen”. También se puede conseguir un toque de color complementario “a través de algún cojín para que destaque del conjunto. Y si se combina con un cuadro en el mismo espacio, sería perfecto”.
Si se prefiere un esquema más armónico, “empléalo en el dormitorio, a excepción de las habitaciones infantiles, que deben tener un punto más alegre”, comenta Vijande.
Pazmiño asegura que para diseñar prefiere “paletas armoniosas y sutiles, como los tonos arriba y abajo del rojo (fucsias, naranjas, amarillos, etc.). En general, me gustan los contrastes sutiles”.
Pazmiño asegura que para diseñar prefiere “paletas armoniosas y sutiles, como los tonos arriba y abajo del rojo (fucsias, naranjas, amarillos, etc.). En general, me gustan los contrastes sutiles”.
Con los esquemas monocromáticos (en estos casos el blanco sobre blanco suele ser el más empleado en decoración), se corre el riesgo de resultar monótono. Sin embargo, Dafne ve aquí una oportunidad. “En determinados momentos me encanta la monotonía, sobre todo cuando la casa tiene muebles de diseño”.
Pazmiño, diseñadora gráfica y editora, encuentra la elección de un solo tono “muy arriesgada”. Su recomendación para no resultar uniforme es introducir contraste a través de estilos y texturas. “Lo mejor es lograr estancias con un único color, pero donde todo alrededor tenga vida propia y cuente algo. Ser ecléctico en los objetos y la distribución creo que ayuda a dar movimiento y vida a cualquier espacio”, concluye.
Pazmiño, diseñadora gráfica y editora, encuentra la elección de un solo tono “muy arriesgada”. Su recomendación para no resultar uniforme es introducir contraste a través de estilos y texturas. “Lo mejor es lograr estancias con un único color, pero donde todo alrededor tenga vida propia y cuente algo. Ser ecléctico en los objetos y la distribución creo que ayuda a dar movimiento y vida a cualquier espacio”, concluye.
Un esquema moderado consiste en apostar por colores fríos y cálidos de forma equilibrada. En ambientes tirando a fríos se ganará en calidez (como ocurre en este dormitorio de invitados con los toques en amarillo y el beige, por ejemplo). Al contrario, si los espacios son acogedores y cálidos, el punto de frescura siempre vendrá bien. “Creo que combinar colores fríos y cálidos en su justa medida consigue un equilibrio cromático que da seguridad y calidez y transmite bienestar. Saber introducir un tono opuesto dentro de una paleta añade un punto de contraste que hace más interesante cualquier espacio”, opina García.
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“Me encanta usar de base los tonos neutros (beis, blanco, gris perla…) con telas lisas y toques de colores vivos, usando también telas, que destaquen”, explica Vijande. La sala de estar de su casa (en la foto) es un claro ejemplo.
En el caso de García, en el estar prefiere “los colores cálidos con algún contraste entre colores vecinos; y que una luz cálida indirecta envuelva el ambiente. Si se añade un color intenso, mejor reservarlo para una alfombra o complementos”, dice.
El salón ideal de Pazmiño mezcla varios verdes con los tonos tierra. “Mi color favorito es el verde oliva. Me gusta utilizarlo con moderación, atendiendo a la luz, la distribución de la estancia y los objetos. Lo ideal es crear un ambiente acogedor donde no sabes exactamente por qué te sientes a gusto, relajado y feliz”.
En el caso de García, en el estar prefiere “los colores cálidos con algún contraste entre colores vecinos; y que una luz cálida indirecta envuelva el ambiente. Si se añade un color intenso, mejor reservarlo para una alfombra o complementos”, dice.
El salón ideal de Pazmiño mezcla varios verdes con los tonos tierra. “Mi color favorito es el verde oliva. Me gusta utilizarlo con moderación, atendiendo a la luz, la distribución de la estancia y los objetos. Lo ideal es crear un ambiente acogedor donde no sabes exactamente por qué te sientes a gusto, relajado y feliz”.
En los dormitorios, los colores pueden propiciar el descanso. A García le gusta usar “paletas neutras que transmitan limpieza y tranquilidad. A veces se puede aplicar un color más intenso a la pared del cabecero, que es la que menos se ve cuando se descansa y da carácter al espacio”. Es la solución empleada en esta habitación, que forma parte de un proyecto de Nook, con un suave contraste en la parte alta de la pared.
“Una vez leí una frase de un diseñador que decía que trabajaba en naranja, dormía en azul y comía en amarillo. Yo he intentado seguir su consejo y creo que el azul es el color ideal para descansar. Transmite paz, quietud y reposo. Y aunque a veces está asociado a la tristeza, no tiene por qué si introduces elementos dinámicos y alegres en la estancia”.
“Una vez leí una frase de un diseñador que decía que trabajaba en naranja, dormía en azul y comía en amarillo. Yo he intentado seguir su consejo y creo que el azul es el color ideal para descansar. Transmite paz, quietud y reposo. Y aunque a veces está asociado a la tristeza, no tiene por qué si introduces elementos dinámicos y alegres en la estancia”.
García nos relata su combinación más arriesgada (en la foto): “Combinamos un color amarillo subido de los tableros de madera con un turquesa bastante intenso también. Durante unos días tuvimos dudas, pero al final nos convenció. ¡Incluso vimos que al poco tiempo se convirtió en tendencia!”.
Pazmiño afirma que siempre intenta mezclar estilos, objetos vintage heredados… “La gente piensa que no destacarán entre el resto del mobiliario, sin embargo casi siempre se integran y funcionan. Hace 15 años escogimos un color tierra para cada estancia aplicado a una sola pared, el resto eran de un blanco roto y a mucha gente le parecía una locura, una mezcla desordenada. A la larga se comprobó que tenía armonía tonal muy dinámica con cierta irreverencia que agradaba”.
Pazmiño afirma que siempre intenta mezclar estilos, objetos vintage heredados… “La gente piensa que no destacarán entre el resto del mobiliario, sin embargo casi siempre se integran y funcionan. Hace 15 años escogimos un color tierra para cada estancia aplicado a una sola pared, el resto eran de un blanco roto y a mucha gente le parecía una locura, una mezcla desordenada. A la larga se comprobó que tenía armonía tonal muy dinámica con cierta irreverencia que agradaba”.
En el caso de Vijande, reserva las tonalidades más potentes para las piezas pequeñas. “La clave es salpicar la estancia con algún detalle en amarillo, rojo o fresa, ya sea usando una butaca, un puf o los cojines”, concluye.
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